Altavoces activos frente a altavoces pasivos: ¿cuál es la diferencia?

Cualquiera que se plantee invertir en unos altavoces nuevos se enfrentará tarde o temprano a una decisión fundamental: ¿altavoces activos o altavoces pasivos? Las diferencias entre ambos sistemas son fundamentales e influyen notablemente en el uso, la calidad del sonido y la flexibilidad.
Ambos sistemas están justificados, pero ¿cuál es el más adecuado para usted? En el siguiente artículo, explicamos las diferencias fundamentales entre altavoces activos y pasivos y le ofrecemos orientación útil para su decisión de compra.

¿Qué son los altavoces activos?

Los altavoces activos, también conocidos como altavoces activos, son modernas soluciones completas que llevan ya integrados todos los componentes necesarios para la reproducción de música. La pieza central es el amplificador incorporado, que acciona directamente el chasis del altavoz. El enfoque integrado de esta All-in-One permite una armonización precisa de todos los componentes, lo que garantiza una experiencia sonora equilibrada.

Los modernos altavoces activos con Bluetooth también suelen ofrecer una amplia gama de opciones de conexión. Puedes transmitir música directamente desde smartphones, tabletas u ordenadores sin necesidad de dispositivos adicionales. Los ámbitos de aplicación típicos van desde la oficina en casa hasta el salón, pasando por el estudio de grabación profesional.

¿Qué son los altavoces pasivos?

Los altavoces pasivos son la forma tradicional de tecnología de altavoces. Requieren un amplificador externo para procesar y amplificar la señal musical. Esta separación entre altavoz y amplificador es el rasgo característico de los altavoces pasivos.

Las posibilidades de conexión se limitan a cables de altavoz clásicosque establecen la conexión con el amplificador. Los ámbitos de aplicación tradicionales son principalmente los sistemas de alta fidelidad en el salón, donde el amplificador independiente hace las veces de unidad de control central.

Gracias a la libre elección del amplificador, los altavoces pasivos ofrecen la máxima flexibilidad. La separación de componentes promete una mayor longevidad, ya que las piezas individuales pueden sustituirse o actualizarse por separado. El enfoque tradicional de la alta fidelidad permite disfrutar de un sonido audiófilo gracias a la selección individual de los componentes.

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Conclusión y recomendación

En última instancia, la elección entre altavoces activos y pasivos depende de sus necesidades y requisitos individuales para un sistema de audio. Para los principiantes, por ejemplo, los altavoces activos ofrecen claras ventajas por su sencillo funcionamiento. No hay que preocuparse por la compatibilidad de los distintos componentes y se obtiene un sistema de audio perfectamente armonizado.

Sin embargo, para los oyentes experimentados y exigentes, los altavoces pasivos suelen ser la elección correcta. La posibilidad de utilizar amplificadores de alta calidad de su elección y combinar componentes individuales según sus propias preferencias le proporciona un control total sobre su sonido. Éste es un argumento clave, sobre todo para quienes disfrutan experimentando con distintos componentes de alta fidelidad.

Independientemente de su elección, tanto los altavoces activos como los pasivos pueden ofrecer un sonido excelente: todo es cuestión de elegir el sistema que mejor se adapte a sus necesidades individuales. Nuestro experimentado equipo de expertos en sonoro estará encantado de ayudarle a encontrar su experiencia de sonido ideal.